“La Reserva de Biosfera Oxapampa Asháninka Yánesha – BIOAY ha logrado un protagonismo que hubiera sido imposible de imaginar diez años atrás, los espacios de participación de los jóvenes o las actividades por temas ambientales se han venido asociando, cada vez más, con la BIOAY y sus objetivos”, señala la Dra. Mireya Bravo, asesora de la comisión ejecutiva de la Reserva y también especialista del Programa ProPachitea del Instituto del Bien Común, con quien conversamos sobre los principales logros de la BIOAY durante esta primera década, así como los retos pendientes.
Es notable cómo se ha interiorizado a todo nivel el título de Reserva de Biosfera otorgado por la UNESCO. Por ejemplo, el gobierno local de la provincia de Oxapampa ha cambiado el título de su otrora Gerencia de Medio Ambiente y Recursos Naturales a la Gerencia de la Reserva de Biosfera, iniciativa plasmada en su plan de acción de cara al Bicentenario 2021, que define como metas prioritarias la gestión del agua, residuos sólidos, bosques y cambio climático, diversidad biológica, entre otros puntos.
Particularidad de la BIOAY es el fomento a la participación ciudadana e inclusiva en las actividades de la BIOAY, incluyendo a las comunidades nativas, cuya presencia y desenvolvimiento en la provincia fue clave para que UNESCO otorgue este título a Oxapampa. Actualmente, líderes yáneshas y asháninkas tienen espacios en las mesas de trabajo de la BIOAY, organizados todos los meses del año.
“Las comunidades nativas han sido imprescindibles para que la BIOAY se constituya en los términos en los que se constituyó. La participación de las comunidades significó cambios en el ámbito que ocuparía la BIOAY y en su estrecha relación con la diversidad cultural y biológica que se relaciona con los pueblos originarios”, destaca Bravo.
Cabe destacar que con el establecimiento de las instancias de gestión de la Reserva se promueve la participación de tres federaciones (ANAP, FECONAYA, UNAY). Su estatuto y reglamento aseguran que la Comisión Ejecutiva, que es el órgano de dirección de la BIOAY, siempre busca tener como integrantes por lo menos una de las federaciones.
Otro hito importante ha sido la aprobación de la Ley 30206, de 2014, que declara de necesidad y utilidad pública la conservación, restauración, mantenimiento y mejores condiciones para el desarrollo sostenible de la Reserva de Biósfera Oxapampa-Asháninka- Yánesha, en la provincia de Oxapampa, departamento de Pasco.
Si bien es cierto que, estos avances han permitido que la BIOAY sirva como modelo de gestión para otras reservas de biosfera en el Perú, Bravo reconoció que la provincia de Oxapampa, con sus ocho distritos, aún enfrentan algunos retos como “identificar e incentivar emprendimientos en la BIOAY que puedan producir beneficios concretos para la población. También es necesario fortalecer espacios de gestión para que haya adecuada asignación de recursos financieros para la administración de la BIOAY”, puntualizó.
Desde que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), le confirió a la provincia de Oxapampa el título de Reserva de Biosfera, esta pasó a pertenecer a una importante red integrada por 701 Reservas en 124 países de todo el mundo.